Ansiedad

Cuando una preocupación excesiva se prolonga en el tiempo, los síntomas de la ansiedad son notables y llegan a impedir tener una vida a nivel social, laboral o emocional estable.

Para detectar si una persona sufre ansiedad, hay que tener en cuenta varios tipos de sintomatológica, ya que los indicios de este problema son manifestados de forma variable en cada persona.

A continuación, presentamos algunas de estas señales:

 

-Síntomas físicos: tiene taquicardias, le tiemblan las manos o las piernas, suda mucho, se le seca la boca, nota opresión en la zona del pecho, le cuesta quedarse dormido...

 

-Síntomas psicológicos: se siente amenazado, tiene la sensación de estar luchando continuamente, se siente inferior a los demás...

-Síntomas conductuales: Rinde menos en sus actividades habituales, le irritan mucho los ruidos intensos o inesperados, a veces se queda bloqueado...

 

-Síntomas cognitivos: se concentra con dificultad, le falla la memoria, tiene pensamientos o ideas de los que no se puede librar, le da muchas vueltas a las cosas, se acuerda más de lo negativo, que de lo positivo...

 

Según estudios realizados por el Centro de Investigaciones Médicas en Ansiedad, la prevalencia en la población de los Trastornos de Ansiedad en conjunto es del 29%.Esto significa que, más de una de cada cuatro personas tuvo, tiene o va a tener un trastorno de ansiedad.

Se ha comprobado que la terapia cognitivo conductual realizada por psicólogos resulta muy efectiva. La mejora espontanea (es decir sin consulta ni tratamiento) de los problemas por ansiedad es improbable. En la mayoría de los casos la ansiedad tiende a mantenerse, e incluso a extenderse y generalizarse. Lo más conveniente es tratarse lo antes posible, en cuanto reconozca varios de los síntomas mencionados anteriormente.

Explicaremos brevemente algunos de los de los tipos de ansiedad:

 

Trastorno de ansiedad generalizada

La preocupación excesiva provoca deterioro o malestar significativos en áreas importantes a nivel social o laboral. Pueden darse casos en los que se sienta fatiga , tensión muscular o perturbaciones del sueño. Es uno de los trastornos de ansiedad más frecuentes. Muchas personas que los padecen no suelen buscar ayuda profesional ya que está asociado a un malestar que no provoca crisis inacapacitantes. Cuando acuden al especialista suele ser al médico de cabecera aquejados con molestias derivadas de la fatiga o el insomnio. En estos casos es conveniente una intervención conjunta, ya que esos síntomas físicos tienen una raíz psicológica que es necesario tratar para que desaparezca el problema.

 

Ataques de pánico

Un ataque de pánico es una súbita aparición de una gran cantidad de ansiedad, se teme que ocurran desgracias muy dramáticas y simultáneamente la persona nota una serie de manifestaciones a nivel fisiológico que no hacen sino confirmar sus peores pronósticos acerca de las desgracias intuidas. Tener un ataque aislado es algo relativamente frecuente en la población en general, se estima que al menos un 20% de la misma lo ha sufrido a lo largo de su vida al menos una vez, por lo tanto tener un ataque de pánico aislado no se considera trastorno, sin embargo si se repite con cierta frecuencia entonces podemos hablar de trastorno y nos hallamos ante un problema psicológico.

 

Hipocondría

Este tipo de ansiedad y preocupación excesiva, en este caso, es provocada por el pensamiento reiterado e infundado de que esta constantemente enfermo. Es una actitud que adopta la persona ante la enfermedad y que le provoca pedir análisis y revisiones médicas para comprobar su estado de salud, de una forma obsesiva. Esto es provocado por su miedo a padecer una enfermedad grave. L apersona interpreta de forma catastrófica pequeños signos y síntomas físicos. Algunas veces esta interpretación excesiva de que unos síntomas determinados pueden ser señal de que padece una enfermedad, lleva a provocar parte de esa enfermedad de forma psicosomática, por lo que podemos decir que la ansiedad en este caso es la causante de ese malestar físico real que llega a sentir. Es necesario, por lo tanto tratar este problema de forma psicológica.