Depresión

 

Existen serias dificultades a la hora de definir la depresión, dado que este trastorno aparece en muchas ocasiones acompañado de otros problemas tanto físicos como psicológicos.

Entre los síntomas más comunes de la depresión, se incluyen los siguientes:

 

-Tristeza, apatía

-Autoconcepto negativo (sentimiento de culpabilidad, auto-reproches)

-Deseo de huir, permanecer alejado de los demás

-Modificación en los niveles de sueño, apetito y deseo sexual

-Cambios en el nivel de actividad, presentándose agitación o retardo

-Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio

-Dificultades de concentración

 

Consecuencias de los problemas de depresión:

Es necesario una evaluación en profundidad, ya que se clasifican diversos tipos de depresión y para ello debe un profesional realizar pruebas diagnósticas. Cabe señalar, que existe estrecha relación entre ansiedad y depresión y por lo tanto, algunas de sus manifestaciones son comunes.

 

1-Sistema Cognitivo:

-Sentimientos de tristeza, abatimiento, desánimo, apatía

-Pensamientos negativos: (sobre sí mismos, sobre las experiencias propias, sobre el futuro..)

-Distorsiones cognitivas (sobre generalizaciones, abstracciones selectivas..)

-Dificultades para concentrarse y recordar

 

2-Sistema Fisiológico

-Sequedad de boca

-Insomnio

-Bajo deseo sexual

-Dolores difusos..

 

3-Sistema Motor:

- Déficit de conductas sociales (hablar, reír..)

-Déficit de conductas positivas (leer, hacer deporte, quedar con amigos..)

-Exceso de conductas de escape/evitación (pedir ayuda, quejarse, poner excusas..)

-Exceso de conductas inusuales (estar acostado, intentos de suicidio...)

 

Estudios epidemiológicos recientes han puesto de manifiesto que la depresión es más frecuente de lo que se pensaba. La prevalencia estimada se encuentra entre un 20% de la población. Si no se trata a tiempo, puede dar lugar a importantes consecuencias negativas, tales como la reducción de su calidad de vida o la cronificación de sus problemas emocionales o el aumento del riesgo de suicidio. Por lo tanto, una detección precoz del problema y un adecuado tratamiento por parte de profesionales cualificados es la mejor forma de controlar estas posibles consecuencias negativas.