Tratamiento del Dolor Crónico

El dolor es una señal de alarma que nos avisa cuando se produce un daño en nuestro organismo y cumple por tanto una función importante para detectar problemas de salud.

Esta misión es considerada beneficiosa cuando se produce de forma temporal. Es lo que denominamos "dolor agudo", aquel tipo de dolor que normalmente suele durar como mucho entre 3 a 6 meses.

Llamamos "dolor crónico" al que a pesar de la desaparición de las causa que lo originan, dura más allá de 6 meses. En este punto, el dolor pierde su carácter beneficioso de alarma y se convierte en un problema en sí mismo. Este tipo de dolor provoca ansiedad, depresión, trastornos del sueño y de la alimentación, deterioro físico progresivo, disminución de la actividad y efectos secundarios de los tratamientos farmacológicos administrados.

Es un síndrome frecuente en diversas patologías:

 

Artritis reumatoide

Cáncer

Fibromialgia

Lumbalgias

Migrañas

Lesiones deportivas

Problemas cardiovasculares

Fatiga crónica

Hipertensión

Problemas gastrointestinales...

 

En muchas ocasiones el dolor se convierte en el punto central en el que gira la vida del paciente, a esto hay que añadirle que en muchas ocasiones disminuye la efectividad de las soluciones médicas y farmacológicas junto a la aparición e incremento de otros problemas psicológicos como el de ansiedad o depresión.

Por estos motivos es importante contar con una terapia conjunta con nuestros profesiones psicológicos.

El acercamiento psicológico a los problemas de dolor crónico es un acercamiento amplio que recoge e integra todo el conjunto de variables (fisiológicas, emocionales, cognitivas y conductuales) implicadas en la percepción del dolor. La intervención psicológica suele comenzar por la identificación de los diferentes aspectos implicados en cada caso concreto y el análisis de las relaciones funcionales existentes entre ellos, aportando soluciones terapéuticas para cada uno de los aspectos indicados.

Algunas de las técnicas y programas de intervención más utilizados y que han probado su eficacia son los siguientes: tratamiento las consecuencias emocionales del dolor crónico, entrenamiento en biofeedback, relajación progresiva, respiración diafragmática, entrenamiento autógeno, programa de actividades para combatir el sedentarismo, reforzacimiento social, disminución gradual de la medicación, manejar la ansiedad, control de la depresión, técnicas cognitivas para eliminar el miedo al dolor, ideas irracionales, falsas expectativas, resolución de problemas, habilidades que faciliten su adaptación, aumentar su autoconfianza y autoestima.

Por otro parte, también recomendamos la asistencia a terapia de grupo para el tratamiento del dolor crónico.